Cuando hablas así
el enigma que encierras hace luz,
siento que te desvistes apurado
de tu vieja silueta de fantasma
para mostrar la esencia de hechicero.
Cuando hablas así
florece la demencia en la imaginación,
no hay razón en la escena
mientras el fuego raspa la garganta
y los pájaros nacen en la piel.
Cuando hablas así
quisiera dedicarte mis temblores
desprendidos de miedos, consecuencias del tacto;
permitirle a mis ojos renunciar a la guardia,
relajarse en entregas,
sorber cada partícula
salada de sudor y dulce de agonía.
Vivir la plenitud aunque muera un instante
quebrándome en gemidos
para resucitar en un abrazo
y volver a morir juntos de nuevo.
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