“Sí, lo admito:
Siento un gran amor por usted.
Una atracción que cualquier persona
podría catalogar como pasional
y algo de la carne.
Simple lujuria y deseo, pero eso no acaba ahí.
A veces mis ganas de correr a abrazarle
van más allá de lo humano,
y sólo me queda cerrar los ojos a esperar por su calor.
Tengo el deseo insaciable de escuchar su risa
y de hacer que la suelte a muy seguidas ocasiones,
sólo para deleitarme la existencia.
Me muero por tenerle cerca
y que su aliento me revitalice,
que sus palabras me den fuerza
y que su mirada me cautive a seguir creciendo,
a superarme y a ser un mejor yo.
Usted hace de mí una mejor persona,
y si me levanto por las mañanas es por un futuro con usted,
y si voy a dormir por las noches es pensando en
que logré acercarme un poco más
a mi meta de ser feliz a su lado.”
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