Estoy escribiendo con un corazón
sangrado pero no herido,
esta carta del olvido.
No puedo dejar de entristecerme
al pensar en los besos
que dejé colgando de tu boca,
en las caricias sin huellas
que por arte de magia se perdieron.
Ya solo queda un adiós amargo,
deshecho y unas lágrimas secas.
Aquellas palabras desnudas
se hicieron ceniza y se las llevó el viento.
No volverás a verme por
ningún rincón de tu calle,
ni cerca de tu voz,
ni escuchando tu poesía sin amor.
Ya no!!
Me voy de ti para huir
de las palabras huecas.
Ya no me verás pasear por versos
sin sentimiento,
ni escuchar una melodía de notas muertas.
Ya no. Ya ni puedo ni debo.
Vete a molestar a otro cuarto,
con tu boca ardiente
y tu corazón helado.
Firmo esta carta.
Me olvido y adiós.
Posdata: Una vez dije sí al amor,
y el amor se escondió.
sangrado pero no herido,
esta carta del olvido.
No puedo dejar de entristecerme
al pensar en los besos
que dejé colgando de tu boca,
en las caricias sin huellas
que por arte de magia se perdieron.
Ya solo queda un adiós amargo,
deshecho y unas lágrimas secas.
Aquellas palabras desnudas
se hicieron ceniza y se las llevó el viento.
No volverás a verme por
ningún rincón de tu calle,
ni cerca de tu voz,
ni escuchando tu poesía sin amor.
Ya no!!
Me voy de ti para huir
de las palabras huecas.
Ya no me verás pasear por versos
sin sentimiento,
ni escuchar una melodía de notas muertas.
Ya no. Ya ni puedo ni debo.
Vete a molestar a otro cuarto,
con tu boca ardiente
y tu corazón helado.
Firmo esta carta.
Me olvido y adiós.
Posdata: Una vez dije sí al amor,
y el amor se escondió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario