Sobre tu cabeza, en el tapiz oscuro
que forma tu pelo, sobre la almohada
Atrapare tus manos con una de las mías
Para besarte lentamente en la boca
y Atada de manos, no podrás hacer nada
mientras Pase mis labios por tu cuello
Y mi lengua recorra cada uno de tus pechos
mis dedos tocaran tu suave vientre
Y atraídos a su centro, mis dedos lascivos
Como aves cansadas anidaran en tu ombligo
Y allí descansaran tranquilos
mientras no emprendan vuelo
hacia la húmeda y tibia cueva
Que oculta tras un pasto de vellos se encuentra
y atada de manos, no podrás hacer nada
mientras mi lengua sedienta llega
a alimentarse de ti, y del traslucido néctar
que sin poder contenerte, por mi, segregas!
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