Yo quiero un amor de esos que la vida misma se encarga de sorprenderte con su encuentro, de esos que cuando menos te lo esperas e imaginas aparecen tal como magia y te endulzan el alma, esos que te cambian radicalmente la rutina, que te hacen pensar que estás viviendo la escena de una película de comedia romántica.
Quiero a alguien que sea mi amigo, la inspiración con la que escribo, con la que canto, con la que me desespero buscando el mejor atuendo cuando me invita a una cita, alguien que me mire como si fuera una piedra preciosa, una lluvia de colores, el hallazgo de un tesoro perdido, un arcoíris con el sol deslumbrando y la portada de su libro favorito.
Un amor con el que pueda dormir profundamente y despertar ansiosa por ver su rostro, que me haga sentir segura sólo estando a su lado, que sus brazos me parezcan escudos invencibles donde nada malo pueda pasarme, que cualquier día de la semana a cualquier hora nos parezca perfecto para salir a pasear y que camine victorioso tomándome de la mano, mostrándole al mundo que es el hombre más feliz del mundo porque tiene mi corazón, mis mañanas, mis tardes y mis noches.
Que ese amor recorra el perímetro de mi rostro, que lo admire y se haga mil preguntas sobre él en su mente, que me despierte por las mañanas con el aroma a café que me preparó como me gusta, que sepa cuáles son las cosas que disfruto hacer, cuales las que no tanto y las recuerde como si fueran de él.
Un amor, con el que pueda hablar horas, de cualquier cosa, de cine, de platillos, de política, del amor, de literatura, de historia, del porque nos amamos, de la vida, de la naturaleza, de la libertad, de la lucha,que compartamos nuestros puntos de vista, de nuestras formas tan distintas o no de ver la vida y nuestra existencia.
Ese amor, que ame mi vestido rojo de noche, como mi pijama llena de estampados y mi cabello despeinado; que me acompañe en mi incertidumbre, en mi felicidad, en mi tristeza, en mi locura, en la pasión. Que un beso mío lo haga sentir en calma o completamente enloquecido, que ame respirar mi aroma, que ame la forma rara en la que estornudo y la gran distracción de la que padezco. Que no se canse de decirme que me quiere, que soy hermosa, que soy su mujer.
Ese amor que respete mi libertad como yo la de él, que pueda ser completamente libre pero que aun así quiera quedarse a mi lado, que seamos libres juntos; que no me necesite, que viva su vida pero que quiera que yo esté en ella.
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