EL CIEGO CELEMIN

El Ciego Celemin

Cuenta la historia que hace mucho tiempo,

 en una pequeña ciudad del norte de Italia un hombre caminaba 

con una lámpara de aceite encendida

Era una noche muy nublada

 y la luna estaba totalmente oculta

El hombre caminaba y caminaba,

 de un momento a otro se encuentra con un viejo amigo

 que pasaba por el lugar que el transitaba

El amigo al verlo lo saluda y le pregunta:

Hola Celemin ,

 que haces con esa lámpara en la mano si tú no puedes ver ??

Entonces, el ciego le responde:

Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. 

Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria.

Llevo la luz para que otros encuentren su camino

 cuando me vean a mí…

No solo es importante la luz que me sirve a mí,

 sino también la que yo uso para que otros puedan ver

Antes de iluminar el camino de los demás,

 es mejor iluminar nuestro propio camino,

 primero para ver bien por donde andamos, 

pero eso no quiere decir que no podamos iluminar la vida 

de otros cuando ya nosotros conocemos el camino

 por donde ellos apenas van a transita.

Esta es una hermosa historia para reflexionar;

 no somos expertos en todas las áreas de la vida,

 hay cosas que nos faltan por aprender sobre la felicidad,

 esto no te impide ser respetuoso de lo que otros saben

 y ponen a tu servicio con amor,

 para hacerte el día a día más agradable, 

más llevadero, más sencillo, más armónico.

 Estoy convencida que si una persona,

 no quiere aprender a dejar de criticar lo que otro hace,

 o critica desde lo construido por otro, 

que es más fácil, no está utilizando todos sus talentos,

 para crear a partir de lo que no le gusta,

 una nueva forma de vida, un nuevo modelo de conducta, 

es fácil muy fácil juzgar el camino de otro;

 lo que parece que no es fácil,

 es ser luz para sí mismo 

y farol de amor para los que lo necesitan.

 Te invitamos a seguir con nosotros,

 desde tu maravillosa intención de servir

 desde tus conocimientos limitados o no, 

eso sí al servicio de todos.

 Hasta nuestro próximo encuentro de aprendizaje reflexivo,

 un abrazo grande lleno de luz,

 para que seas la luz del farol que te ilumine en la felicidad

 y que puedas con fe iluminar a otros. 

Gracias por leer, gracias por seguirnos,

 gracias por compartir con tus amigos

 y mil millones de gracias por apoyarnos.