AUSENCIA
¡Ay, cuánta soledad! ¡Ay, cuánta ausencia!
¡Ay qué profundo y bárbaro vacío!
¡Qué desolado el tiempo y qué sombrío
en las horas que falta tu presencia!
Si no estás junto a mí, ¡qué diferencia!
¡Al alma hiela tal escalofrío
que triste ya no canto, no sonrío,
aunque intente mostrar otra apariencia!
¡Ay, cuánta soledad! ¡Y qué incurable!
aunque busque ficticio desahogo
recordando tu imagen adorable.
Y en sólo imaginar que te dialogo,
vuelvo a caer de nuevo, inexorable,
en esa soledad ¡en que me ahogo!
¡Ay, cuánta soledad! ¡Ay, cuánta ausencia!
¡Ay qué profundo y bárbaro vacío!
¡Qué desolado el tiempo y qué sombrío
en las horas que falta tu presencia!
Si no estás junto a mí, ¡qué diferencia!
¡Al alma hiela tal escalofrío
que triste ya no canto, no sonrío,
aunque intente mostrar otra apariencia!
¡Ay, cuánta soledad! ¡Y qué incurable!
aunque busque ficticio desahogo
recordando tu imagen adorable.
Y en sólo imaginar que te dialogo,
vuelvo a caer de nuevo, inexorable,
en esa soledad ¡en que me ahogo!
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