Mamá yo...¡Te quiero tanto!
que aunque pasó solo un día...
Hoy se me ha escapado el llanto,
de no ver tu compañía.
Aun estando con papá,
la mujer que lo acompaña...
Dice: ¡Llámame mamá!
Y a mi ¡No me da la gana!
Porque soy solo de ti,
en tu vientre estuve siempre
¿porqué llamarla yo así?
¡Si mamá es eternamente!
El fue pues quien la buscó,
no tengo culpa de nada;
¿O es que acaso tengo yo...?
el ponerle "buena cara".
Y no estaré mucho tiempo
que aunque nos separe el mar...
Voy a volar a tu encuentro,
para abrazarte ¡Mamá!
Y cuando estés a mi lado,
¡Deseo darte tantos besos...!
Para no estar apenado,
y los dos quedemos presos
Mamá, mi mamá..
Y aunque papá no lo haga,
mi cariño, ¡Todo entero!
guárdalo eterno en el alma.
Un niño haría de esta forma la carta,
es muy triste que la torpeza de unos padres,
repercuta en criaturas inocentes
que a veces quedan marcadas de por vida.
Por eso este dicho:
Antes de que te cases mira lo que haces.
Madre no hay mas que una...y a la "otra" se la encontró en la calle.
ResponderEliminarAsí de llano y simple, como la única verdad con la que se expresa un niño.