Nada me obliga.
Nada me obliga a estar aquí,
Nada me ata,
Y sigo aquí
Prendiendo una vela
En casa de pobre,
Pero alegre e ilusionado
Con el amor de ti.
Nada, nada me decía
Si tus ojos eran miel
O verdes como la selva
De tu secreto en flor de piel.
Nada más que mi voluntad
Y mis manos que te quieren,
Tanto o más de lo que puedo
Decir con algunos versos.
Es que al verbo del amor
Lo conjugamos tú y yo,
En nosotros,
En cada cosa que veo
Siento tu ser presente,
Tus manos que no mienten
Y tu voz que me llama,
Como el capullo en flor a su vientre.
Y tengo tu nombre
Atravesado entre cada vena,
En la parte de mi razón
Y por ello, nada me explota más
Que los latidos de tú corazón
Y la palabra que me susurras “mi amor”,
Que cobra sentido
Cada vez que tú vienes
Y me llamas al amparo
De tus sentimientos…
Y te amo tanto vida mía…
Ahora, éste es el tiempo de vivirte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario