Y un día cuando no te des cuenta
se alejaran de repente las penas.
Y cuando eches la vista atrás
ya no caerán lágrimas de sal.
Un día brillaran tus ojos de nuevo,
lograrás atravesar el rió del lamento.
Un día comprenderás que tu silencio
acompañaba la noche calmando tu duelo.
Un día quise creer que eras el dueño
de aqueste corazón triste e inquieto.
Mas todo es un sueño de mi cabeza
que en mi corazón aun aletea.
Y mientras mi alma libre sueña
con enredarse entre tus telas.
Van pasando las horas eternas
en mi cárcel prisionera.
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