GRACIAS POR TU VISITA

GRACIAS POR TU VISITA

martes, 17 de noviembre de 2015

TRENZAR EL AMOR



Decía mi abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor amargo. Cuando te sientas triste niña, trénzate el cabello; atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue con fuerza.
Nuestro cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del ahuehuete y suave como la espuma del atole.
Que no te agarre desprevenida la melancolía mi niña, aún si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo. Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.

LA TOALLA



LA TOALLA 

Pensado en tirar la toalla, 
decidí dejarla secar al sol. 
Las cosas se sanan con la luz, 
no tapando, menos abandonando. 
Tan valioso lo que tengo dentro, 
como lo que muestro afuera, 
el sol revitaliza, en la humedad y la sombra, 
se crean inquilinos que no me corresponden, 
afortunado aquel que aún puede cambiar, 
quien no se avergüenza de sus errores 
y con dignidad los pone a secar en el balcón de la confianza.

PARA SIEMPRE

Para siempre

PARA SIEMPRE
No eran novios, no iban a serlo nunca, no por falta de ganas si no por falta de interés. Se veían a ratos, eran felices en algunos momentos puntuales Uno de ellos solía ser los fines de semana, cuando la veía en alguna fiesta, y casi siempre a las 5 o 6 de la mañana. Buscaban el calor, la pasión,no buscaban amor, ni relación estable, al menos uno de ellos. Él era libre, como el viento, como los pájaros, volaba de un lado a otro y de vez en cuando necesita posarse en algún sitio. A veces buscaba otro calor, otra cama y otras sabanas que no fuera las de ella. Ella era diferente, no necesitaba a nadie más, solo lo necesita a él, le daba igual cuanto durara el amor entre ellos, porque ella se agarro a que el significado de la palabra amor no llegaba a nada más de lo que ellos dos tenían. Ni más ni menos, ratos de pasión y quizás alguna que otra noche completa, pero a la mañana volvía la pesadilla, los mensajes a destiempo, o incluso mensaje sin responder. Ella se enfada, pero lo hacia con ella misma, le volvía a decir que no la volviera a molestar, que si esa era su manera de querer, que no la quisiera. En realidad era mentira, ella deseaba que su móvil volviera a sonar, aunque fuera a las 5 de la mañana. Quiso pensar que no había otra manera de querer. La cosa seguía, pasaban los meses y entre ellos no cambiaba nada, él era de muchas, ella solo de uno.
Le encantaba pasar noches a su lado, lo miraba mientras él dormía, no se explicaba como lo podía querer tanto. Ella sabia que él la quería, pero ese amor loco ella no lo soportaba. Pensó que seria mejor terminar toda esta aventura que la tenia loca, esta vez de verdad. Él le dijo hasta luego y le dio un beso en los labios, como siempre, pero ella sabia que no era un hasta luego, esta vez seria un adiós definitivo, fijo sus ojos en él, lo miró y lo observó hasta que él cerro la puerta. A ella se le derramo una lagrima y entre dientes dijo: ” Esta vez sí. Te voy a querer siempre..”
Llegaron los mensajes de nuevo a las 5 de la mañana, esta vez no había contestación. Comenzaron llamadas y mensajes durante días, seguía sin contestación, incluso llegaron los bloqueos a todo tipo de red social. Pasaron días, incluso varios meses, hasta que se encontraron. Ella temblaba, a él por primera vez se le hizo un nudo en el estomago, la había perdido y esta vez para siempre. Ella le había dado sentido a su vida con amor de verdad. Encontró a quien la sabía cuidar, la sabía querer. Ella no iba a querer nunca más a alguien como lo había querido a él, pero eso es lo que necesitaba en su vida, un amor tranquilo y verdadero y no volver a querer a nadie como lo quiso a él. El sentido de amor de esa relación jamas podría ser sano.
Pasaron los meses y él seguía igual, pero ahora era diferente, porque en todas las mujeres la buscaba a ella, y no la encontraba, se sentía vacío. Se maldijo mil veces por no haber sabido apreciar el amor que ella siempre había sentido hacia él durante años. Caían lagrimas de sus ojos, no se lo podía creer, lloraba por una mujer, lloraba por amor, lloraba por ella. Cogió su móvil, trago saliva y le mando un último mensaje: ” Te echo de menos, y te necesito a mi lado ahora y siempre, nunca pensé que yo dijera esto, pero no soy feliz sin ti a mi lado. Te debí querer menos y quererte mejor, siempre te voy a estar esperando pequeña..”
Y una vez más, no hubo contestación.

viernes, 6 de noviembre de 2015

LO QUE FUISTE

Lo que fuiste

Me siento a escribir lo primero que se me venga en mente 
y en lo primero en que pienso es en tu recuerdo.
Tu linda cara, tus ojos alegres 
y tu sonrisa llenaron mi vida de felicidad.
Fuiste como un bello amanecer, una tierna ilusión, 
un fugaz sueño de amor.
Que poco tiempo tuve para mirar tus ojos, 
pero lo suficiente para alojarlos en mi mente y en mi corazón.
Y es que conocerte a ti y no quererte es como mirar el sol 
y vivir en la oscuridad.
Sabes... es difícil comprender que no era el momento 
o que no eras para mi, pero me consuelan los maravillosos instantes 
que el tiempo me permitió a tu lado 
y le doy gracias a Dios por conocerte 
y a la vida por darme la oportunidad de amar.
Perdona si he querido llenar de ti el vacio de mi corazón. 
Pero desde que te conocí tu has vuelto a encender la llama 
que habias estado apagada por mucho tiempo.
Hoy quisiera fundir mi alma con la tuya, convertirnos en uno solo 
y aunque no estés a mi lado nunca mas 
y a pesar de todo el dolor que siento y de que nunca me quisiste...
Siempre, siempre te recordaré
como mi más bella ilusión.