Había contratado un carpintero
para ayudarme a reparar mi vieja granja.
Él acababa de finalizar su primer día de trabajo
que había sido muy duro.
Su sierra eléctrica se había estropeado
lo que le había hecho perder mucho tiempo
Y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar.
Mientras lo llevaba a su casa
permaneció en silencio.
Una vez que llegamos,
me invitó a conocer a su familia.
Nos dirigíamos a la puerta de su casa
y se detuvo frente a un precioso olivo centenario.
Tocó el tronco con ambas manos.
Al entrar en su casa,
Ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara sonreía plenamente.
Abrazó a sus dos pequeños hijos
Y le dio un beso a su esposa.
La energía había cambiado completamente.
Posteriormente me acompañó hasta el coche.
Cuando pasamos cerca del olivo, sentí curiosidad
y le pregunté acerca de lo visto cuando entramos.
Ese es mi árbol de los problemas, – contestó
Sé que no puedo evitar tener problemas durante el día
Como hoy en el trabajo por ejemplo,
pero no quiero traer estos problemas a mi casa.
Así que cuando llego aquí por la noche
cuelgo mis problemas en el árbol.
Luego a la mañana cuando salgo de mi casa los recojo otra vez.
Lo curioso es, – dijo sonriendo –
que cuando salgo a la mañana
a recoger los problemas del árbol,
Ni remotamente encuentro tantos
como los que recuerdo haber dejado la noche anterior.
Maestro: si te centras en el ahora desaparecen todos los problemas.
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