Has observado alguna vez con qué facilidad el amor
puede pasar de ser muy intenso a ser prácticamente INEXISTENTE
y después volver a INTENSIFICARSE
como si “tuviera vida propia”?
Nuestra forma de pensar,
sentir y hablar aumenta
o disminuye nuestras emociones
y lo mismo ocurre con el AMOR.
Tú tienes el PODER de CREAR,
CONSERVAR e INTENSIFICAR el AMOR
y puedes utilizarlo como desees.
Uno de los objetivos más importantes
en una relación es hacer crecer el AMOR
y con ello conseguiremos sacar
a relucir todas nuestras cualidades inexploradas.
Cuando alimentamos el AMOR,
también alimentamos nuestra vitalidad
y capacidad personal.
Lo que sentimos acerca de una relación de amor
depende de nuestro punto de vista.
Cuando el AMOR alcanza su punto máximo,
nos vemos a nosotros, a nuestra pareja
y al mundo entero como maravillosos.
En estos momentos no experimentamos
sentimientos negativos.
Nos sentimos SEGUROS..
Para que nuestros sentimientos de AMOR
mantengan un elevado nivel es imprescindible
concentrarse en las virtudes de la pareja
y en el valor de la relación.
Cuando pienses en tu pareja
recuerda sus cualidades positivas ,
los atributos que te hicieron enamorar
de esa persona.
Recuerda hábitos y detalles,
buenas experiencias que has compartido
e imagina futuras vivencias
que has planeado o desearías experimentar.
Tus SENTIMIENTOS son el resultado de lo que piensas.
El AMOR es una fuente natural de sentimientos
positivos hacia una persona.
Una relación es un proceso vivo que requiere atención.
Es necesario alimentarlo para que pueda sobrevivir.
Si te concentras en las cuestiones poco deseables de tu pareja
en los momentos que has tenido problemas
o en los planes fracasados comprobarás que tu AMOR
disminuye
mostrarás INSEGURIDAD, MIEDO
y FRUSTRACIONES OCULTAS.
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