Es curioso, las cosas han cambiado.
Ahora corro porque se me van los sueños,
porque me vacila el tiempo.
Y no pienso perder ningún tren,
pasarme de parada.
No pienso pasar por la vida como si nada,
ni coger solo lo que se me ofrece,
ni aprender solo lo que me enseñan.
Ahora piso tierra firme.
Ahora voy a por lo que quiero.
Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Pero también es cierto que no sabemos
lo que nos hemos estado perdiendo,
hasta que lo encontramos.
Ser feliz y hacer las cosas que la hacen sonreír.
Por favor que nunca deje que nada
y que siempre tengas una sonrisa.
Porque no se como lo haces, pero no dejes de hacerlo.
No dejes de estar ahí, donde el sol brilla más que nunca,
donde la lluvia no moja,
donde la brisa es un soplo de aire fresco en mi locura.
No dejes de dar la vuelta al mundo para abrazarme,
de buscarme entre las estrellas cada noche,
más bonita que ninguna, no dejes que deje de sonreírla.
Date la vuelta, mírame, ponte más cerca
que quiero saber a que sabe tu piel cuando te despiertas.
Quédate con quien conozca todos tus errores,
y aún así quiera sacarte una sonrisa.
Déjate de historias que ya morí en vida,
que ya no me complico.
Déjate de líos y ahora ven a enredarte solo en mi.
No puedes volver si nunca te has ido,
pero tampoco te puedes ir si nunca has estado.
No puedes parar si nunca has comenzado,
pero tampoco puedes comenzar otro camino
si nunca has parado en otro.
No puedes olvidarte si nunca lo has conocido,
pero tampoco puedes conocerlo si nunca lo has olvidado.
No puedes esperar si nunca te has parado,
pero tampoco puedes parar si nunca has esperado.
Nunca nadie supo la verdad,
porque muchas verdades son mentira
y muchas mentiras son verdades.
Complicadas ecuaciones, infinitos decimales.
Momentos en el tiempo que se pasan
como soplos en el aire,
ventanales de locura que acaparan todos los haces.
Esta vida loca puede ser una píldora difícil de tragar,
pero si es estando locamente cuerda que nunca pare de avanzar.
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