Asumo el latir de cualquier corazón huérfano.
Seremos testigos de mares abiertos.
Esa versión de un clásico creado entre dos.
Dueños de una amistad anónima y posible.
Cuentan que existen colores que embelesan.
Deshacerse y no perecer, desvestirse y otorgar.
Todo empieza y termina en el dulzor y la fragancia.
Los idiomas son carne, la amistad, vísceras y esperanza.
La mística no es de colores, pero tu esencia es un nuevo arco iris.
Risas y perlas doradas. Música sin fin ni adios.
Todo lo vivido sera delirio, juramento sin merma, azul y cielo.
Prohibido no sentir el color de los ángeles,
la dulzura de los dioses.
la dulzura de los dioses.
Hablaremos de islas y de noches insensatas.
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