El mejor día
Esta mañana desperté
emocionado con todas las cosas
que tengo que hacer antes de que el reloj
marque la media noche.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy, soy
importante.
Mi trabajo es escoger
qué clase de día voy a tener,
hoy puedo quejarme porque el día está
lluvioso,
o puedo dar gracias a Dios porque las plantas están siendo
regadas gratis.
Hoy me puedo sentir
triste porque no tengo más dinero,
o puedo estar contento porque mis
finanzas me empujan
a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud
o puedo regocijarme porque estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme por
todo lo que mis padres
no me dieron mientras estaba creciendo,
o puedo
sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas,
o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar
o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
El día se presenta ante mí esperando a que yo le de forma,
y ¡aquí estoy yo!... su escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí, de nadie más.
Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Ten un gran día. . . Dios te lo regala. . . disfrútalo
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