Amiga, esta carta te la escribo con todo el cariño que por ti siento…
Sí, sé que es casi de madrugada,
pero no
quise irme a dormir sin antes decirte lo mucho que te quiero
y aprecio
el que me hayas dado tu amistad…
sé que Dios te puso en mi camino
en el
momento exacto cuanto necesitaba una amiga,
una hermana que me diera ese
aliento
que a veces el ser humano tanto necesita…
Siempre has estado disponible para
mí…
en el lugar preciso,
tomando mi mano en momentos de dolor,
tomando
mi mano en momentos de tristeza
y yo te lo agradezco tanto… tanto…
que
no sé como pagar este cariño que me das.
Solamente puedo pagarte con mi amor,
con
mi confianza,
con la ternura que me despiertas
cuando a media noche me
llamas
para preguntarme cómo estoy…
¡Te quiero amiga!
Te quiero con todo mi corazón
Te quiero con todo mi corazón
y sólo le pido a Dios que nunca te aparte de mi lado,
porque sé que sin ti mi vida sería triste.
En un rinconcito especial de mi corazón
tengo guardados tus consejos,
tus charlas y tu cariño…
Están en lugar
reservado sólo para ti
y nuestra amistad,
pues tú eres ese tipo de amiga
casi extinta
que parece adivinar mi pensamiento
y siempre está ahí
conmigo…
¡Te quiero mucho amiga mía!
Esta carta te la escribo
porque estando
acostada pensé en ti
y me levanté de mi cama para escribírtela
y
enviártela envuelta en todo el cariño que te tengo…
Ya la leerás mañana,
mientras tanto,
aquí te dejo todo mi cariño de amiga, de hermana
y te
dejo mil bendiciones.
Gracias por tu amistad,
te quiero amiga mía.
te quiero amiga mía.
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