Sí, desde el primer momento en
que mis ojos la vieron entrar,
algo dentro de mí comenzó a arder,
sentí un calor inexplicable...
me sentí en el infierno...
Al paso que seguía,
imaginaba cómo su boca rozaba con la mía,
mis manos acariciando su piel,
poco a poco vestía su cuerpo con mis besos,
estábamos ahí,
cuerpo a cuerpo…
En un abrir y cerrar de ojos
y llenos de pasión,
sumergidos en el mar de la excitación,
en plena locura…
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