Unían colores y sabores,
ella era la compañera de sus besos,
la reina de su despertar.
Necesitaba sus manos para acariciar su propia alma.
El, tenía alma de ricotero,
El, tenía alma de ricotero,
le entregaba su calor mientras se enredaba entre sus brazos.
Juntos eran Cómo dos gotas de agua,
Juntos eran Cómo dos gotas de agua,
una dulce y otra salada.
A veces ella gritaba su nombre cuando no debía
A veces ella gritaba su nombre cuando no debía
pero en su horizonte estaba el y nadie más...
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